Biblioteca para niños en Hiroshima – Kenzo Tange

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Breve historia del proyecto

La Biblioteca para niños de Kenzo Tange es una pequeña pieza de arquitectura con un origen poco claro: su proyecto aparece publicado por vez primera en octubre de 1950 en la revista Kokusai Kenchiku. La biblioteca forma parte del denominado “Centro Infantil”, que se encuentra en una zona próxima al solar destinado al “Proyecto del Parque de la Paz” de Hiroshima, encargado al equipo de Kenzo Tange, Takashi Asada, Sachio Otani y Tokukuni Kimura tras el concurso convocado en 1946, y que también figura en este número de la revista.

Si bien algunos diseños de Tange, son anteriores en su concepción, la biblioteca infantil, concluida en noviembre de 1952, resulta ser la primera obra del arquitecto en materializarse; también constituirá su primera experiencia con las cáscaras de hormigón armado, inaugurando un próspero periodo de colaboración con el ingeniero Yoshikatsu Tsuboi, con quien proyectará piezas emblemáticas en su carrera, como la catedral de Santa María (1964) y los estadios Yoyogi (1964), ambos en Tokio, o la gran cubierta espacial de la Expo de Osaka de 1970.

En la planta de situación publicada en Kokusai Kenchiku, el Centro Infantil, que no existía en la propuesta de concurso, ocupa un área situada al norte de la Cúpula Genbaku, aquélla cuya estructura descarnada recuerda aún hoy el horror de la bomba atómica. Separado por uno de los brazos del río Ota, el Centro Infantil se sitúa más allá del área destinada al Centro de la Paz; no obstante, la planta general de Tange muestra cómo su configuración parte de la extensión del eje norte-sur del Centro de la Paz, por lo que puede entenderse como parte del proceso de expansión natural del proyecto. Una extensa masa de vegetación a lo largo de la ribera este ayuda a unificar visualmente todas las dotaciones del complejo.

La propuesta de Centro Infantil incluía un Aula Magna, un Museo de Artes y Ciencias y la Biblioteca Infantil, única de las piezas finalmente realizada por Tange. Ésta fue cofinanciada con fondos del Gobierno Central y donaciones provenientes de comunidades ya consolidadas de japoneses residentes en el extranjero, concretamente de la Asociación de la Prefectura de Hiroshima en California, que aportó 4 millones de yenes y un fondo de libros para la causa…

Dada la información disponible, poco se puede aportar sobre la interacción de la ya desaparecida biblioteca con el parque en el que se hallaba ubicada y con el resto de edificios de la propuesta. El plano de la planta general muestra cómo la prolongación del eje del Centro de la Paz culmina en una gran explanada donde se ubicaría el Aula Magna Infantil, constituida por un paraboloide hiperbólico y una pastilla anexa unidos por un pasillo cubierto. Más al norte, una serie de caminos más fluidos discurren por el parque y van engarzando los volúmenes restantes con diversas áreas de uso deportivo: una arena, un campo de fútbol, una piscina, un gimnasio con pistas de tenis y un patio de recreo al aire libre. La propuesta muestra cómo Tange emplea la misma solución formal para la Biblioteca Infantil, los dos volúmenes del Museo de Artes y Ciencias y lo que parece ser un embarcadero sobre el propio río Ota. El área correspondiente al Centro Infantil parece limitada por dos grandes viales E-O que cruzan el río. Más allá del vial norte se encuentra el remate  de la intervención, con un reconstruido Castillo de Hiroshima (destruido en la explosión) rodeado por su foso perimetral; hay que destacar que Tange fuerza la nueva posición del castillo con intereses compositivos, desplazándolo desde su antigua ubicación, en el extremo NO de la parcela, hasta el centro de la misma, sobre los también desaparecidos cuarteles. Dos edificios secundarios flanquean el patio que antecede al castillo y del cual nace un nuevo eje respecto al que se subordina, ya en el extremo del parque, un gran equipamiento deportivo, con estadio y piscina. El brazo de vegetación termina su desarrollo hacia el norte en los límites del barrio de Motomachi.

 

Análisis según planos y fotografías del diseño construido

 

Hay que destacar que el diseño de la biblioteca sufrió cambios respecto a la primera propuesta. En un apartado posterior se compararán la propuesta preliminar y la finalmente construida. A continuación se dará un análisis del edificio definitivo, atendiendo a los planos y fotografías existentes:

El diseño de la biblioteca es resuelto con una economía de gestos admirable: un soporte central fungiforme expande su copa para albergar bajo ésta  un espacio unitario de planta circular, una sala de lectura acristalada y accesible en todo su perímetro; al oeste, un paralelepípedo de menor altura y desarrollo longitudinal alberga los espacios servidores (oficinas, almacén y aseos). Un eje marca la posición opuesta de los accesos a ambos volúmenes. Al prolongarse, la cubierta de la pieza menor, con un levísimo perfil de ala de mariposa, genera un espacio de transición cubierto y abierto, penetra en el volumen mayor y, ya en su interior, es recibida por una pared curva que forma un mínimo vestíbulo de acceso a la sala de lectura. El ingeniero Yoshikatsu Tsuboi es responsable de la elegante y esbelta cáscara de hormigón armado, cuya superficie continua es resultado de la combinación de una base cilíndrica, un capitel toroidal y un cono invertido.

Kenzo Tange toma una serie de decisiones que nos pueden llamar la atención, como la solución de la fachada acristalada según dos desarrollos distintos: por un lado, una sucesión de planos verticales formando un cilindro facetado que se retrasa respecto al perímetro de coronación; de este modo, la apertura de las carpinterías practicables queda incluida en la proyección horizontal del contorno de la cubierta. Por otro lado, los planos facetados superiores parten de los dinteles de puertas y ventanas, inclinándose hacia afuera para alcanzar el borde superior del volumen principal; el cono invertido resultante podría responder a un intento por mitigar la incidencia directa de los rayos solares en el plano de fachada; no obstante, y atendiendo a las imágenes exteriores de la época, la inclinación del cerramiento superior podría buscar favorecer los reflejos en el vidrio, lo que ayuda a desmaterializar el soporte central.

Unas finísimas velas de acero triangulares, colocadas radialmente y unidas por una serie de travesaños horizontales concéntricos, crean un entramado que se encarga de sujetar el acristalamiento y las carpinterías: la elección de marcos de madera en color claro, frente al acabado oscuro de los perfiles de acero, así como el empleo de pivotes para la apertura de puertas y ventanas, potencia la gracilidad de la solución de cerramiento y clarifica el papel de los elementos resistentes. La franja entre el nivel de los dinteles de puerta y la primera línea de travesaños del cerramiento marca la cota de la cubierta del volumen servidor. Tange integra las luminarias del interior en el entramado perimetral y las dirige hacia el techo curvo, lo que le permite evitar tocar el soporte central y utilizarlo como medio de iluminación indirecta, bañando con una luz homogénea el espacio de la sala de lectura.

El cuidado en el diseño también es aplicado al mobiliario, construido con varillas de acero, paneles de madera y textiles tensados: las estanterías de libros, dispuestas radialmente, ayudan a sectorizar el espacio de la biblioteca y las mesas de lectura, con su forma circular, parecen repetir a menor escala la decisión proyectual de Tange de promover la reunión de los niños alrededor de un vacío central.

El diseño preliminar frente al finalmente construido.

 

Kenzo Tange concibió este proyecto como un “hogar” para los niños y asoció la forma de la biblioteca con un árbol devenido en pieza de arquitectura, a la sombra de la cual los niños podían crecer en cuerpo y mente. Sin embargo, cuando el proyecto fue publicado en 1950, la propuesta presentada por Tange era distinta a la solución finalmente escogida y se hallaba formalmente más próxima al lenguaje del Estilo Internacional cuya lectura puede adivinarse en el Centro Conmemorativo del Parque de la Paz.

La propuesta preliminar, por su mayor escala y complejidad, no parece hablar de un uso exclusivamente infantil: el programa es resuelto en dos niveles donde, partiendo de una plataforma circular, dos volúmenes cilíndricos se apilan el uno sobre el otro; el de planta primera, con un diámetro mayor, genera un porche perimetral continuo. La plataforma del suelo sobresale respecto a la proyección horizontal de la planta superior; es aquí donde Tange planea diversos sectores destinados a vegetación.

Frente a la cáscara de hormigón finalmente ejecutada, en la propuesta de 1950 la estructura es más convencional, probablemente resuelta con pilares y losas de hormigón armado. Los radios resultantes de dividir la circunferencia en ocho sectores iguales determinan la posición de los pilares, que quedan confinados en el interior del edificio. Los cerramientos son acristalados y la disposición de los travesaños de la carpintería da predominancia a los huecos centrales. En la primera planta una segunda piel, presumiblemente de hormigón, protege al cerramiento acristalado con un ritmo de piezas verticales muy parecidas a las del Centro Conmemorativo. El mobiliario y la segregación por usos mediante divisiones en sectores apoyan esta distribución del espacio según radios. La iluminación es resuelta con luminarias que cuelgan del techo.

La clara axialidad de esta propuesta, que marca el único acceso al edificio y apunta a su mismo centro, tiene su reflejo en el eje este-oeste de la biblioteca construida, aunque con una diferencia sustancial: si bien las puertas de acceso, un tabique curvo que oculta el puesto del bibliotecario (generando un vestíbulo interior) y el soporte central se subordinan al eje, ellos mismos condicionan los recorridos, diversificándolos, obligando a un acceso oblicuo al espacio principal y planteando circulaciones en torno al soporte central; el despiece cuadriculado del suelo y un perímetro aparentemente isótropo de puertas y ventanas practicables establecen nuevas reglas que contrastan con el eje compositivo de la planta.

Otro aspecto reseñable es el tratamiento del centro en ambos edificios: en la propuesta de 1950, el centro está destinado al área de información, representada aquí por un mueble circular. La sección revela lo que podría ser un impluvium de luz en la cubierta. Es significativa la inversión que se produce con respecto a la propuesta definitiva, donde el apoyo único de la cáscara de hormigón ocupa ese centro: la organización centrípeta de la primera propuesta, donde las áreas de uso de la biblioteca son desplegadas alrededor de un centro distribuidor e iluminado superiormente, dará paso a una organización centrífuga en un espacio volcado visualmente al exterior.

En este caso, el vacío central del elemento estructural existe, pero ni se percibe ni se visita. Una pequeña puerta indica que este lugar es registrable: en planta, la puerta no es representada, dejando marcado el hueco de la base de la cáscara y revelando su posición opuesta al acceso principal; la sección muestra la naturaleza de este espacio y, con la representación de una acometida de aguas, se desvela una realidad quizá más banal o meramente utilitaria (lel encauzamiento de las aguas recogidas y su necesario registro). Sin embargo, una interpretación posible ligaría este espacio presente pero no visible con el vacío existente en el interior de los santuarios sintoístas, lugar de misterio y de sobrecogimiento donde se adivina la presencia del kami o divinidad tutelar; en este sentido, la equivalencia que establece Tange entre la cáscara de hormigón y la forma de un árbol singulariza la biblioteca y la convierte en un ente especial inserto en el jardín, dotando al objeto arquitectónico de un sentido trascendente muy en la línea con la espiritualidad sintoísta.

En la Biblioteca de niños, Tange finalmente se decanta por una solución que se aleja del lenguaje formal establecido por el Centro Conmemorativo, debido quizá a la dificultad de marcar una unidad compositiva entre dos desarrollos tan alejados y en un complejo en el que sólo este edificio sería diseñado por él. Sin embargo, con toda su carga simbólica, esta suerte de hongo atómico petrificado puede guardar relación con el cenotafio del Parque de la Paz, contrapunto que Tange resuelve también con un rotundo volumen curvo, formado por paraboloides hiperbólicos, inspirado en la arquitectura vernácula japonesa y muy próximo también a las formas de la escultura contemporánea.

Últimos apuntes

 

Es muy frecuente valorar en las obras de Tange, considerado por muchos como el más occidental de los arquitectos japoneses, qué hay de japonés en su obra. En el Centro Conmemorativo, es sabido que los preceptos del Estilo Internacional y el referente de la arquitectura corbuseriana conviven con recursos compositivos extraídos de modelos de la arquitectura tradicional nipona. También hemos aventurado antes una posible relación del vacío central de la biblioteca con principios arraigados en el sintoísmo (con el Santuario de Ise como ejemplo más significativo). También podría hablarse del delicado equilibrio en la expresión de ese sentido de lo japonés en un contexto histórico tan peliagudo, donde el orgullo de la nación imperialista, transformado en contrición tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki, obligaron a hacer tabla rasa y a reconsiderar y escenificar con el proyecto del Parque de la Paz nuevos ideales para un mundo mejor.

Más allá de estas consideraciones, cabe destacar que, una vez construido, el proyecto de la biblioteca fue muy bien valorado por la prensa especializada, lo que le valió la concesión de la Pan Pacific Citation de los arquitectos de Hawái. La convicción del propio Tange de la validez del concepto le llevó a trabajar esta misma solución en otro proyecto distinto y contemporáneo al de la biblioteca, la Sala de Convenciones de Matsuyama, hoy también desaparecida. En este caso y con dimensiones muy parecidas (un diámetro en planta de 19,5m frente a los 21 de la biblioteca), el pabellón se convertía en una pequeña sala junto a la gran cáscara perforada del salón mayor, que en su época supuso todo un hito estructural; una visera lineal de menor altura se encargaba de establecer el nexo de unión entre ambos volúmenes.

Sin embargo, tal y como nos cuenta Robin Boyd en su trabajo sobre la obra de Tange, unos diez años después de su inauguración, la biblioteca infantil revelaba una serie de problemas que desvirtuaron el uso del edificio: Boyd alude a cuestiones vinculadas a la concepción arquitectónica y a la ausencia de un mínimo mantenimiento. Por un lado, el perímetro completamente acristalado no era muy compatible con el caluroso clima de Hiroshima y el diseño no había previsto medios para filtrar la luz solar o algún sistema adicional de acondicionamiento, por lo que quienes trabajaban en ella se habían visto obligados a improvisar pantallas en el interior del frente suroeste, que colgaban hasta la altura de los dinteles de puertas.

Por otra parte, apunta Boyd, las limitaciones presupuestarias habían obligado al uso de madera en las carpinterías con lo que, al no haber sido mantenidas o repasadas en toda la vida útil del edificio, manifestaban los problemas de la exposición al exterior, con mecanismos de apertura y cierre malogrados debido a las deformaciones de los marcos de ventanas. Pese a lo temprano de la denuncia de Boyd sobre el estado del edificio, éste sobreviviría dieciséis años más, hasta 1978, cuando fue finalmente demolido y sustituido por una nueva y mucho más amplia biblioteca infantil.

BIBLIOGRAFÍA
  • Changes in planning zone of Hiroshima Peace Memorial Park proposed by Kenzo Tange and their significance’ – Ishimaru, Norioki Dr.- 15th International Planning History Society Conference – International Planning History Society – Sao Paulo 15-18 Julio 2012.
  • ‘Kenzo Tange’ – Boyd, Robin – Trad. Eduardo Masullo – Ed. Hermes, S.A. – México-Buenos Aires 1962.
  • ‘Kenzo Tange’ – Von der Mühl, H.R., Udo Kultermann y Kenzo Tange – Estudio Paperback – Ed. Gustavo Gili – Barcelona 1979.
  • ‘Kenzo Tange 1946-1996’ – Edita Massimo Bettinoti – Ed. Electa – Milán 1996.
  • ‘Tange by Tange 1949-1959 – Kenzo Tange as seen through the eyes of Kenzo Tange’ – Toyokawa, Saikaku – Ed. Toto 2015.
  • ‘Yoshikatsu Tsuboi, distinguished researcher, warmhearted teacher and talented structural designer’ – Kawaguchi,Mamoru – International Journal of Space Structures – Vol 26 nº 3 – 2011.
  • Neues Bauen in Japan’ – Kultermann, Udo – ed. Wasmuth – Tübingen 1960.
  • ‘Japan-ness in Architecture’ – Isozaki, Arata – The MIT Press, paperback edition – Cambridge, Massachussets-London 2011.
  • ‘Arquitectura contemporánea japonesa’ – Tafuri, Manfredo – ed. Pomaire – Barcelona 1968
  • ‘Project Japan: Metabolism Talks’ – Koolhaas, Rem , Hans Ulrich Obrist – Taschen 2011 (p.110-111).
BIBLIOGRAFÍA WEB
CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS
  • Kenzo Tange: Imagen 5 / Imagen 12 / Imagen 21.
  • Kei Iwasaki, sobre contactos de imágenes realizadas por Kenzo Tange: Imagen 17 / Imagen 18.
  • North Carolina State University Libraries Database: Imagen 24.
  • Sin autoría especificada:
  • Imagen 3 (ver créditos de la monografía editada por Electa).
  • Imagen 15 / Imagen 20 (monografía editada por Wasmuth, sin créditos).
  • Imagen 10 (ver artículo del Dr. Norioki Ishimaru, sin créditos).
  • Imágenes restantes: fuentes web sin autoría especificada.

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